martes, 5 de octubre de 2010

El encuentro

El encuentro es una actividad que suelen hacer las iglesias cristianas para integrar a las personas. En algunas iglesias hacen encuentro de jóvenes, tanto hombres como mujeres y en otras hacen encuentro de damas y encuentro para caballeros. 

Las personas que habían ido me contaron sus experiencias, y todas hablaban maravillas. Pues yo quise comprobar por mis propios medios,  tal experiencia.   La verdad, no sucedió nada, nada especial y diferente a vernos todas las mujeres llorando como si la epidemia de la llorona nos hubiera invadido. 

Trabajar con la culpa de las personas es algo infame, porque a todos nos llega la época donde renegamos y pensamos que hemos sido víctimas de la injusticia de la vida y que estamos pagando un gran karma. Hacemos un melodrama de cosas relativamente pequeñas comparadas con las verdaderas desgracias que le pueden llegar a pasar a los demás, y terminamos llorando arrepentidos porque fuimos desagradecidos con Dios, cuando él ha sido tan bueno con nosotros, y hemos corrido con mejor suerte que muchos.

En estas actividades, las líderes cuentan sus experiencias de vida y como llegaron a la iglesia. Luego algunas mujeres pasan adelante a contar porque decidieron venir al encuentro.  En estas reuniones la gente hecha fuera todas las maldiciones, los demonios, y los decretos negativos que otros hayan hecho con anterioridad sobre uno y sobre la familia, y esperan a que llegue lo que llaman unción o descenso de la energía de Cristo.
  
Por lo general para estos encuentros cobran entre 90 y 140mil pesos por persona. Claro está este precio cubre hospedaje y alimentación, pero no deja de ser un gasto innecesario de dinero, ya que a Dios lo llevamos en nuestro corazón y para encontrarse con él no es necesario viajar a ningún lugar en especial, ni mucho menos viajar hasta Israel como hacen algunas otras iglesias, ya que él no está allá, pues Dios está en todas las buenas obras y acciones que tenemos con nosotros mismos y con los demás personas. Por algo dicen que “Dios es Amor”, así que podríamos afirmar que Dios son todas las cosas buenas que nos pasan, y las cosas buenas que hacemos que le sucedan a otros. 

Mi intención no es desacreditar las prácticas de las iglesias, pero haciendo referencia a la carrera de mercadeo y publicidad que curso, todo este tipo de actividades análogamente son como las estrategias de venta que utilizan las compañías de servicio, donde se ofrecen toda cantidad de beneficios por probar un producto. 

Ahora Dios resulta ser la mejor estrategia de venta, y el servicio mejor posicionado en el mercado. Ni siquiera una estatuilla de la virgen María o San Benito costaría tanto como un encuentro con Dios.

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